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22 oct 2011

Continuando con la historia de la Bella Durmiente

Año de Nuestro Señor de 1347

Cuando el padre de Bella -duque de Westfaire- regreso de uno de sus viajes, dio la noticia de que se había comprometido con una mujer importante, llamada Sibylla, a Bella no le preocupaba que su padre se fuese a casar, ni que la prometida le robara la atención de su padre, lo único que sí le preocupaba era que esa mujer sería la nueva dueña de Westfaire. Cuando Bella conoció a Sibylla -la prometida de su padre – no predijo la magnitud de malicia que permanecía en ella, y a pesar de que sería la dueña del castillo, Bella se esforzaba por no odiarla, pero ese esfuerzo no fue suficiente, ya que Sibylla en complicidad con su madre se dedicaron a molestarla. Lo primero fue el despojo de su habitación, la cual se encontraba en el lado de la cocina, muy alejada de los aposentos de su padre, para esto la madre de Sibylla puso como excusa que los aposentos de una novia decente no pueden estar situados en cercanía con los del prometido, y como la habitación de Bella era la única alejada y disponible, se la quitaron, lo segundo fue la orden que dio el duque de mandar matar a refunfuñon, esta orden fue planeada por Sibylla con el pretexto de que era alérgica a los gatos, y por último -hasta el momento- fue el intento de asesinato en contra de Bella.

Cuando despojaron a Bella de su habitación, ella decidió quedarse en una de las torres del castillo en la cual encontró, en un hueco en la pared, una cajita con hilos de distinto color, agujas y una carta que iba dirigida a ella firmada por Elladine de Ylles -su madre-. Cuando Bella leyó la carta, descubrió que su madre no se suicido y no la abandono por gusto, que el duque la había encerrado en la torre cuando ella se negó a que Bella fuera bautizada, que era un hada y que la estaría esperando por siempre, además le conto de los dones que sus tías hadas le habían regalado; uno era la belleza, otro el encanto y otro la inteligencia, también le dijo que le había dejado todo lo necesario para que la encontrara. En esta misma carta Elladyn le confiesa a Bella sobre la maldición que su tía Carabosse había arrojado sobre ella, dicha maldición fue modificada lo mejor posible por Joyeause una tía-abuela de Bella, la maldición decía: “Cuando la hermosa hija del duque Phillip alcance la edad de dieciséis años, se pinchará el dedo con el huso de una rueca y quedará dormida durante cien años, hasta que la despierte el beso de un encantador príncipe”. Bella tras leer la carta se lleno de temor y de más dudas.

Noches después, se llevo a cabo una cena en el castillo para celebrar el compromiso entre el duque de Westfaire y Sibylla, en esta cena Bella mostro una de las páginas de la carta de su madre, en esta página Elladine decía que estaba bien, que la quería, la extrañaba y que la estaría esperando, Bella les hizo creer a todos que la carta había sido enviada un par de días antes de la cena, con esto el duque se enfado con Bella y la mando encerrar en la torre, pero antes de que la orden fuera ejecutada, Bella se apodero de una soga, la cual era lo suficientemente larga para llegar desde lo alto de la torre hasta el piso de los establos, con esta soga ella escapaba todos los días de su encierro -vestida como hombre- para trabajar en los establos, un día encontró tela de seda negra y utilizo el hilo negro que su madre le había dejado, para coser una capa, la cual gracias al hilo –cuando Bella se la colocaba- la hacía invisible. Con dicha capa ella pudo caminar por los pasillos y entrar a los comedores y habitaciones, sin que nadie la notara.
Una tarde la torre empezó a arder en llamas y todos se preocuparon por Bella, menos el padre Raymond, quien ya sabia que Bella se escapaba cada mañana, Bella sabia que el incendio había sido provocado por Sybilla y su madre, ya que en una ocasión las escucho planeando la manera en que se desharían de ella para quedarse con su dote. Con este intento de asesinato Bella se dio cuenta de que era preciso dejar el castillo y buscar a su madre, pero al mismo tiempo tenía miedo de lo que tendría que afrontar sola durante la búsqueda.

15 oct 2011

La Bella Durmiente. By Sheri S. Tepper


<<Tome un cuento de hadas...y aplíquele dinámica.
En este caso, los poderosos explosivos son feminismo y ecología.
El estallido resultante es magnífico, extraño y capaz de derramar sangre.>>



La Bella Durmiente es un cuento, adaptado a un libro, escrito por Tepper, en el cual se narra -en forma de diario- la vida de Bella -hija del conde de Westfaire, Inglaterra-, nacida en el siglo XlV.
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Mi vida en Westfaire
Año de Nuestro Señor de 1347

En esta primera parte del diario, Bella hace referencia a cómo ha sido su vida en el castillo de Westfaire.
Para ese entonces ella tenía alrededor de quince años, no conocía a su madre y su padre nunca hablaba de ella, cuando sus tías (hermanastras de su padre) lo hacían era de forma maliciosa, pero nunca daban muchos detalles.
 
 
De su educación se encargaban sus siete tías junto con el padre Raymond. Ellas le enseñaban música, costura, cocina, canto y lectura la cual sólo era sobre libros religiosos, pero Bella era una chica muy inquieta, inteligente, autónoma y con muchas dudas, por lo cual sin consultarlo con las tías, leía todo lo que se encontraba a su paso.
 
 
Ya que no tenía una relación estrecha con su padre y sus tías no la comprendían, la única persona con quien podía platicar era con el padre Raymond y con su doncella Amada.
 
 
Cuando Bella tenia alrededor de ocho o nueve años se llevo unas prendas de un niño que se encontraban colgadas en un tendedero, y en su lugar dejo una moneda de plata que había tenido que robar porque no tenia dinero, y pensaba que Dios podría perdonarle el roba a los ricos pero que no perdonaría que aumentara las penalidades de los pobres. Se vistió con las ropas del niño , se unto tierra en la cara y oculto su cabello debajo de un gorro sucio, se presento en los establos de Martín el cual rápidamente la reconoció, pero no dijo nada y le dio el trabajo. Fue allí –en el establo- donde Bella aprendió a montar como hombre, aprendió sobre la procreación de los animales y conoció sobre la anatomía de los muchachos.
 
 
En algunas ocasiones Martín le encargaba que ejercitara a los caballos y que los llevara al bosque para que abrevaran en el arroyo. Fue allí donde conoció a Puck un hombrecillo con las orejas puntiagudas, Bella se presento como Caos, pero el hombrecillo soltó a reír, ya que sabia quien era ella. Bella le pregunto qué era lo que hacia en el bosque y él le dijo que le estaba echado un ojo a alguien, Bella supuso que Martin lo había mandado a vigilarla. Mientras Puck y Bella platicaban, el le hablaba de Dios pero de una manera muy diferente a como lo hacia el padre Raymond, algunas cosas que Puck decía parecían blasfemias.
 
 
Un día trabajando en los establos Bella se empezó a sentir mal, le dolía el estomago y creía que era un castigo de Dios por trabajar sin el permiso de sus tías, pero Doll –esposa de Martín- le explico que eso les sucedía a todas las muchachas cuando llegaban a cierta edad.
 
 
Bella le conto a Amada, y ella le dijo que no sentía nada parecido, Amada era una chica de su misma edad, de hecho habían nacido el mismo día, y era muy parecida a Bella, tanto que podía pasar por su hermana gemela, nadie dentro del castillo comentaba nada sobre este parecido, pero Bella decía que Amada era su hermanastra, ya que con lo aprendido sobre la procreación de los animales en el establo, sospechaba que su padre y la madre de Amada habían sido pareja algún tiempo y que Amada era el resultado de esa relación.